Hermandad de la Vera Cruz

Se conoce de la devoción a la Santa y Vera Cruz de Cristo en Paradas desde la segunda mitad del siglo XVI, cuando existía la La Primitiva Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, radicada en la Ermita u Hospital de San Juan de Letrán.

La cofradía hacía su primera estación a la Iglesia Parroquial del Señor San Eutropio y después recorría las calles de costumbre hasta volver a la Ermita u Hospital del Señor San Juan de Letrán y hasta donde estaban obligados todos los Cofrades de luz a acompañar la cofradía, vestidos de negro, so pena de pagar media libra de cera. 

Al Santísimo Cristo de la Vera Cruz le acompañaban tres imágenes: la del Stmo. Cristo de la Vera Cruz, la de la Virgen de los Dolores (también llamada de la Soledad) y la de San Juan Evangelista (Vid. Remírez (1970, p. 111).

La primitiva imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, espectacular talla fruto de la más pura y antigua escuela sevillana, fue destruida en 1936 en el asalto a la Ermita de San Juan de Letrán, en los comienzos de la Guerra Civil, quedando el interior del templo en la ruina.

Las tres imágenes fueron destruidas en 1936 aunque la del Stmo. Cristo de la Vera Cruz fue sustituida por otra que actualmente recibe culto en la Iglesia de San Eutropio. Parte del rostro de San Juan Evangelista se conserva en el Museo Parroquial de Paradas donde también se conserva el estandarte de la Hermandad. La sustitución o restauración de la Virgen de los Dolores, en cambio, no es cuestión resuelta pues se sostienen tanto la tesis de la restauración como la de su sustitución por una imagen nueva.

Los documentos clasificados más importantes que conocemos actualmente referentes a la Hermandad de la Vera Cruz se localizan en el archivo parroquial de San Eutropio, donde se encuentran dos volúmenes manuscritos (años 1603-1762, 1784-1837) y un libro de reglas de 1720, además de otros documentos de menor volumen no clasificados, que encierran en sus páginas la vida sobria y austera dedicada a la práctica y ejercicio espiritual, el culto y la gestión económica de esta Hermandad.

Por el libro que arranca en 1603, y que en sus primeras páginas presenta las cuentas del año 1602, se deduce que la Hermandad debía llevar bastantes años erigida en Paradas, pudiendo afirmarse que sus primeras reglas serían aprobadas en el siglo XVI, en fecha desconocida a día de hoy. 

Sobre la Hermandad de la Virgen de los Dolores como Corporación establecida en la Ermita de San Juan de Letrán también escribe Pastor Torres (1997, p. 173) afirmando que "La Hermandad de la Virgen de los Dolores inició su existencia en la hoy desaparecida Ermita de San Juan de Letrán el 24 de abril de 1761" y ello se debió al "mucho afecto y devoción que a dicha Señora de los Dolores le tienen los de esta Villa" según figura en las Reglas fundacionales de esta Hermandad. Pastor Torres señala en el mismo lugar que "Desde los albores del siglo XVIII hasta 1761 la Dolorosa que acompañaba indistintamente a las tres hermandades penitenciales de la localidad -Vera Cruz, Jesús Nazareno y Santo Entierro y Dulce Nombre de Cristo- se intituló de la Soledad, hasta que, posiblemente por la extensión del culto a los Siete Dolores de la Virgen, promovida por la Venerable Orden Servita, cambió de advocación por la de los Dolores".

La Ermita fue enajenada y demolida en 1942, quedando hoy día de ella únicamente la cúpula de la capilla del Stmo. Cristo de la Vera Cruz, integrada en el edificio del Ayuntamiento de Paradas, aún rematada por una veleta con una tiara pontificia con dos llaves entrecruzadas, que recuerda el origen religioso del edificio. Hasta los años 90 en que fue restaurada por el Ayuntamiento de Paradas se conservaban todavía restos de algunos frescos en sus paredes.

De aquellos orígenes aún perdura en la Parroquia de San Eutropio una imagen de Cristo crucificado, talla anónima, que sustituyó a la anterior imagen, destrozada en los albores de la Guerra Civil Española. 

La actual imagen recibió culto público hasta mitad de los años 60 del pasado siglo XX (celebración de un quinario anual en el altar mayor de la Parroquia y procesión en Semana Santa), dándose entonces una serie de circunstancias que hicieron que dicho culto decayese con el paso de los años (imagen agrietada, vicisitudes económicas de quienes principalmente costeaban el culto, años complicados para la Iglesia…).

A finales del año 2007 surgió la inquietud en un grupo de jóvenes feligreses de la Parroquia de recuperar en Paradas el culto público a Cristo crucificado en su advocación de la Vera Cruz, y al compartirla, comprobaron que no se trataba sólo del sueño de unos cuantos. Si bien en Paradas ya existían tres hermandades de penitencia, ninguna de ellas daba culto a una imagen de Cristo crucificado.

Puesto en conocimiento del entonces Párroco de San Eutropio, don Andrés Ybarra Satrústegui, y con el apoyo de personas que aún viven y que se encargaban del culto a la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, empezó a crecer la ilusión de recuperar el culto y dar testimonio público de fe y oración por las calles de Paradas, en medio de estos tiempos que nos ha tocado vivir en los que desde amplios sectores de la sociedad se ataca a la Iglesia y a nuestros símbolos, cobrando aún más sentido, si cabe, el testimonio público de nuestra fe.

En el año 2008 se empezaron a agrupar algunos de estos jóvenes y de la mano de don Andrés Ybarra se organizó un pequeño grupo de formación que mensualmente se reunía con él. Fue en enero de 2009 cuando se convocó una reunión en la parroquia y en un abarrotado salón parroquial se informó de la intención y de la ilusión de tener en Paradas una Hermandad de la Vera Cruz, con un marcado carácter penitencial, y don Andrés Ibarra explicó los pasos que habría que seguir para ello.

Fue así como fue naciendo el Grupo de Fieles de la Vera Cruz, punto de encuentro para compartir recursos para la formación católica y para fomentar la devoción a la Santa Vera Cruz.

Mientras tanto, se realiza el exorno del altar en el que se ubica la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, se restaura un pelícano de madera tallada, estofada y dorada, que se sitúa en el altar a los pies de la imagen del Stmo. Cristo de la Vera Cruz y se restaura la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, trabajo íntegramente realizado por D. José María Calderón de la vecina localidad de Marchena, desde dónde llegará a la Parroquia de San Eutropio el  30 de enero de 2015.

Uno de sus objetivos es restituir la Primitiva Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, basándose en el Canon 120 del Código de Derecho Canónico: “Una hermandad no se extingue hasta que sea suprimida legítimamente por la autoridad competente o si cesa en su actividad durante cien años”.

A tenor lo dispuesto en el canon 120 del Código de Derecho Canónico y con mucha dedicación y esfuerzo, se constituyen como Hermandad y Cofradía y en la Semana Santa de 2019 procesionarán por las calles de Paradas el Miércoles Santo.

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